Queridos cofrades.
Os deseo la paz y que el Señor esté muy presente en vuestros corazones durante todo el
año de gracia que estamos viviendo. Doy gracias a Dios por la experiencia gozosa y de
caridad que se va viendo en todas las hermandades y cofradías de la Iglesia de Cartagena,
porque habéis puesto en un lugar preferente durante el tiempo de Cuaresma y de Semana
Santa a los que tienen menos recursos, a los hermanos más necesitados y eso es un signo
de que el amor de Jesús Crucificado está siendo la luz que ilumina vuestro caminar. Con
ese testimonio se ve cumplida la Palabra de Dios: «Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en
las entrañas. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios.
Señor, tú lo sabes». Vuestra experiencia, hermanos y cofrades, es la misión, es anunciar
la grandeza y la misericordia del corazón de Dios, siempre en fidelidad, como hijos de la
Iglesia.
Este año tiene notas especiales para poder asumirlas cada cofradía, porque os ayudarán a
renovar vuestras experiencias cofrades y os aportarán más razones para vivir la
espiritualidad que os caracteriza al ser testigos privilegiados de la pasión, muerte y
resurrección de nuestro Señor, me refiero al Año Jubilar de Caravaca de la Cruz 2024.
El Papa nos dice que «la cruz es la medida del amor, siempre. Es verdad que se puede
amar sin cruz, cuando no hay cruz; pero cuando hay cruz, la forma en que cargo con la
cruz es la medida del amor. Es así»1
. Vosotros estáis especialmente invitados a acercaros
al árbol de la Cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo, a la Cruz bendita donde
Cristo abrió sus brazos de par en par y nos mostró el gran amor que nos tiene, su
misericordia infinita que nos libera de toda culpa. Anotad en vuestras agendas que ¡este
año vamos a peregrinar juntos! Que este año será una oportunidad para fortalecer
vuestros sentimientos cofrades, para sentiros más cercanos los unos a los otros y trabajar
por una hermandad o cofradía donde os sintáis más en familia.
La razón de peregrinar es sencilla: Caravaca de la Cruz se convierte en un foco de
espiritualidad y de esperanza, será para todos la luz que nos ilumina, el signo más grande
del amor entregado. Peregrinar a Caravaca supondrá entrar en el misterio de amor que
nos ha ofrecido Jesucristo, vamos a Caravaca a participar de su misericordia y de su
perdón para sentir la fuerza de la alegría y salir de allí cargados de la esperanza que
necesitamos para afrontar el día a día con un corazón cristiano. En Caravaca de la Cruz
seguiremos escuchando las palabras de Jesús que nos invita a caminar: «Venid a mí todos
los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré» (Mt 11, 25-30).
1 PAPA FRANCISCO, A los participantes en el Capítulo General de la Orden de San Agustín, 13/09/19.
No tengáis miedo, aprovechad esta oportunidad que nos regala el Señor en este año, no
perderéis vuestra identidad, la que caracteriza a cada cofradía, al contrario, aprenderéis
más y mejor las palabras de Jesús, que nos decía: «Misericordia quiero y no sacrificios».
Es cuestión de levantarse, de ponerse en pie, como la Virgen María, que «se levantó y
partió sin demora» (Lc 1, 39). Es el momento de soñar, de iluminar con el color esperanza
y comprometerse por un mundo nuevo, como hizo la joven María.
Este Año Jubilar va a ser un año para la verdadera conversión, para aceptar la voluntad
del Padre, para agradecerle el regalo de la Iglesia y renovar la participación, la comunión
y la misión a las que estamos llamados por el Santo Padre, el Papa Francisco, como
hermanos cofrades en este tiempo sinodal.
Os encomiendo a la maternidad de la Santísima Virgen María, que la invocaremos con
muchas advocaciones: Piedad, Caridad, Dolores, Angustias, Amargura, Consolación,
Misericordia… En nuestra Señora estarán puestas todas nuestras miradas de petición y
suplica, las necesidades de la gente que lo está pasando mal y os pido que oréis, para que
a nadie le falte su auxilio. Ánimo, amigos, preparad una Semana Santa donde vosotros
mismos estéis implicados en la propia conversión del corazón y no olvidéis estas palabras
del Papa: «¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a Él,
recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontrareis
la verdadera vida». Que Dios os bendiga y os conceda la paz.